El viernes 16 de octubre organizamos la charla «hacia la democratización de los cuidados» de la mano de Emagin y Maitelan. Las compañeras de Emagin presentaron un estudio sobre la situación actual de las labores de cuidado en la comarca de Beterri-Buruntza y Maitelan explicó el motivo del nacimiento de su cooperativa. Maitelan nace para responder colectivamente a la responsabilidad social de las tareas de cuidado y para ello han creado una cooperativa integral de iniciativa social que pretende «articular en una misma organización tanto a personas socias trabajadoras (cuidadoras) como personas usuarias (personas cuidadas) y colaboradoras.»
Jone Arrazola aclaró en qué contexto sociopolítico se desarrollan las labores de cuidado: «La separación entre lo público y lo privado otorga una serie de privilegios a los hombres y a las mujeres se los quita. Esta dicotomía se llama también contrato sexual, y esto es precisamente lo que sustenta el sistema capitalista y lo que hace que las empleadas domésticas sean invisibles y precarias. El sistema obtiene una enorme plusvalía en esta situación, ya que el trabajo doméstico abarca más de un tercio del trabajo interior bruto del Estado español «. En este contexto, añadió que el eje de la economía feminista es vivir bien y poner en el centro de la cuestión las vidas y las personas, así como sus situaciones y necesidades, poniendo en valor aquello que no se desarrolla en el seno de las lógicas del mercado.
Tal y como añadió Miren Aranguren, la situación que están sufriendo las trabajadoras es muy grave y están invisibilizadas, precarizadas y discriminadas; «en las tareas de cuidado se articulan muchas opresiones y nosotras queremos centrarnos en estas tres: clase, género y raza». Las tareas de cuidado se están desfamiliarizando, pero esta posibilidad solo se da en familias privilegiadas y a costa de otras mujeres -la mayoría racializadas-. «Para crear una estructura más horizontal de las tareas de cuidado deberíamos cambiar toda la organización social. Pero en este sistema absolutamente colapsado y tan precario, hay que hacer políticas concretas aquí y ahora». Es ahí donde sitúan el proyecto Maitelan, que aunque con contradicciones, afronta las urgencias de la situación actual.
Finalmente, Emagin propuso tres políticas para este sector:
- Reconocimiento social y político de las tareas de cuidado.
- Redistribución equitativa e igualitaria de las tareas de cuidado.
- Dignificar las condiciones laborales y de vida de las trabajadoras de cuidados.
Después, Elisa Peredo Quiroz y Frances Banegas Pavón explicaron por qué y cómo nació Maitelan. Ambas son socias trabajadoras de la cooperativa y llevan años trabajando en el sector.
Tal y como explicó Frances Banegas, «con Maitelan, queremos darnos a conocer, que sepan que somos mujeres de gran valor y que estamos dispuestas a dar lo mejor de nosotras. Queremos marcar la diferencia en el sector de las labores de cuidado. Maitelan tiene la voluntad y el deseo de formar parte de vuestra vida y para conseguirlo, sois vosotrxs la semilla».
Elisa Peredo ahondó en el proceso de creación de Maitelan y explicó que quieren cambiar esta situación de discriminación, y por ello «necesitamos más compromiso institucional y social». El objetivo es conseguir más socixs colaboradorxs para ganar solidez y «legalizar a las compañeras que nos acompañan desde el principio».
En palabras de Miren Aranguren, «El proyecto es muy inspirador. Podemos promover el cambio hacia un sistema democrático de cuidados empezando por aquello que es urgente «.
Más información sobre la investigación realizada por Emagin aquí.