Este domingo -14 de marzo- se celebró la segunda jornada del ciclo musical “Ez da entzuten!”, con la mesa redonda «Música y colectividad» y la proyección y el coloquio del documental “Lou”. Laida Zapre, del proyecto 404 Lauzerolau, también estuvo presente explicando los detalles del proyecto.
Las invitadas de la mesa redonda fueron mujeres que han tenido una trayectoria diferente en el mundo de la música. La Basu, miembro del colectivo Eskina Femenina, decía que su carrera no ha sido fácil porque hacer rap en el País Vasco es también una cuestión de supervivencia siendo mujer. Sara Zozaya (fundadora de Gure Bazterrak) comenzó su andadura en el campo clásico tocando el acordeón; también se introdujo en el rap, pero no encontró su lugar por el estigma de ser mujer y tuvo que alejarse para crear posteriormente su propio proyecto. Inés García, que se dedica al mundo de la electrónica y que junto a Bego Aldalur fundaron el colectivo KRII (grito en esperanto), asegura que en su trayectoria ha supuesto un gran impulso la creación del colectivo, ya que por un lado han creado espacios seguros y por otro han animado a más mujeres a pinchar. Maixa Lizarribar es la que tiene el recorrido más largo, saltó a la plaza con Maixa e Ixiar y actualmente es parte del grupo AMAK. Le costó convencer a sus padres de que la dejaran asistir a clases de trikitixa, ya que era un entorno masculino, pero tenía claro que era lo que quería hacer, y esa fuerza le ha ayudado también a no hacer mucho caso a lo que posteriormente han tenido que aguantar en la plaza.
Ane García moderó la mesa redonda, que inició de esta manera: ¿cuál es la pregunta que no os han hecho hasta ahora y que os hubiera gustado que os la hubieran hecho?
La Basu abrió el turno de palabra «nunca me han preguntado si me siento libre en el escenario» y respondiéndose a sí misma, decía que ha tardado veinte años, pero que lo ha conseguido. Sara habló de la importancia de hacerse esa pregunta y de los trabajos que hay que hacer para identificar y aceptar los elementos que necesitamos para conseguir sentirnos libres. Inés añadió que para sentirse libre se necesitan también determinados contextos y condiciones y que aún queda mucho trabajo por hacer para conseguirlos. En el caso de KRII ha sido importante el colectivo y estaban de acuerdo en que contar con la referencia y el apoyo de otras mujeres* músicas ayuda mucho.
La pregunta de Sara fue la siguiente: «¿a qué tenéis miedo? porque esta pregunta, nos da mucha información de nosotras mismas». Sara habló de los estigmas, de que ella ha sido etiquetada muchas veces como «la que canta bonito» y de que varias veces nos encontramos teniendo que repetirnos cosas como «yo también puedo hacer esto y tengo una buena voz». «Si salimos de donde nos corresponde en la sociedad y empezamos a tocar la guitarra, enseguida nos llevan al mismo sitio, con frases como ‘No toca bien la guitarra pero su dulce voz…”. Inés decía que lo interesante en definitiva es avanzar aunque tengamos miedo: «No es lo mismo cometer un error siendo un hombre que siendo una mujer, no se mide igual. Pero bueno, tengo asumido que voy a cometer errores y ya estaría».
Maixa habló de la importancia de ayudarnos mutuamente. No es casual que ahora también forme parte de un grupo de mujeres, ya que encuentra en estas relaciones la confianza y el apoyo que necesita, «contra lo que nos quieren hacer creer». Muchas veces ha tenido que escuchar que entre las mujeres caemos en la competencia y decía que esas cosas son inventadas por los hombres «nosotras nos ayudamos». La Basu, por su parte, aboga por normalizar el miedo: «Parece que las personas que subimos al escenario somos heroínas y no, somos personas. Tenemos muchos miedos, no es fácil defender en un escenario lo que escribes en pijama en tu casa».
El turno de Inés: «¿qué hay que hacer para cambiar la situación?». Y ante la pregunta gorda silencio y risas, ambas a la vez.
Basu: «Estamos uniéndonos y generando fuerza y las cosas están cambiando pero no es tan fácil. En toda mi carrera quizá sólo he encontrado a dos mujeres técnicas. Tenemos que proteger el camino a las que vienen para que lo tengan más fácil. A mí me han contratado mayoritariamente mujeres, nos protegemos entre nosotras». Sara: «Cada una haciendo lo suyo, respetando lo de las demás y trabajando juntas. Hay que tener más en cuenta la escena y crear el público para dar vida a esa escena. Las personas que creamos música necesitamos espacios y circuitos con un público y es la escena la maquinaria que pone en marcha todo eso. Esto necesita un soporte que ahora mismo no tenemos».
nés: «Muchas veces se habla del músico pero también hay que poner el foco en el público. La transmisión de información y conocimiento es imprescindible. Para el colectivo KRII por eso es tan importante enseñar a pinchar a las mujeres. Tiene estigma, porque tiene que ver con la noche y las drogas (¿y qué estilo de música no?), y queremos romper con eso. Además tiene un aspecto muy tecnológico, que está relacionado con el mundo masculino. Maixa: «Yo tengo esperanzas. Ahora mismo están apareciendo muchos proyectos femeninos y es gratificante. El mayor porcentaje de mis alumnos de trikitixa es femenino, luego no todas dan el salto al escenario, pero el cambio es evidente».
¿Qué os ha dado la colectividad como músicas?
Basu: «Me di cuenta de que la gente no sabía que las mujeres* hacíamos rap. La labor de nuestro colectivo ha sido dar a conocer a dichas mujeres* y crear espacios para que ellas mismas se conozcan entre sí y colaboren. Que ellas mismas se sientan libres. La colectividad me ha dado libertad. Reforzar los colectivos para hacer frente a lo que ocurre en la calle. Sin eso nos comen».
Maixa: «A mí me ha dado apoyo y confianza. Al principio éramos dos chicas y teníamos apoyo mutuo. Queríamos ser mujeres en el equipo y ahora también así lo he elegido». Sara: «Gure Bazterrak me ha enseñado la parte más cutre de la industria, pero he aprendido mucho. Es un campo que todavía está plagado de hombres y hay un gran ‘síndrome del impostor’ que tenemos que superar».
Inés: «Estar en el colectivo personalmente ha sido muy enriquecedor. Si no fuera por Bego, todo lo que hemos hecho hasta ahora no habría sido posible. Nosotras hemos aprendido mucho pero también hemos dejado un legado en otras personas. La frase “DO it yourself” no tiene mucho sentido, “DO it together” tiene más sentido. Necesitamos equipo, necesitamos diferentes conocimientos. No es solo que nosotras nos sintamos bien con lo que hacemos sino que otras también se impliquen».
Basu: «Es necesario sentir que no estás loca y juntarte entre nosotras ayuda, y ser y tener referentes es imprescindible».
Dos locas son menos locura que una sola loca.
GATA CATTANA
Foto: Esti Beraza
Ez da entzuten!